Ovnis del III Reich
Cuando hablamos del fenómeno OVNI actualmente parece que a casi todo el mundo le viene a la cabeza la posibilidad de haber sido visitados por seres de otros planetas. Pero esto no siempre ha sido así.
Si bien para los adeptos al fenómeno ovni estas visitas se remontan a la antigüedad y a los famosos “Alienígenas ancestrales”, seres que llevan miles de años visitándonos, en realidad tenemos una fecha muy clara para el inicio de lo que hoy conocemos como OVNIS.
Ese 24 de Junio de 1947 un vendedor de extintores, Kenneth Arnold. Perteneciente a la una organización de seguimiento y rescate volaba, a bordo de un CallAir A-2, desde Chelalis a Yakima, estado de Washington, Estados Unidos, buscando un avión militar que se había precipitado en las cercanías del Mount Rainier. Sobre las dos de la tarde avisto, 9 objetos circulares, extremadamente brillantes por el reflejo de la luz solar. Volando en cadena con un vuelo errático y a una enorme velocidad. Si bien en aquel momento no podía ni imaginar lo que estaba viendo. Seguro que nunca pudo imaginar la polvareda que levantarían aquellos objetos y sus palabras.
Todo podía haber quedado aquí de no ser porque ya de vuelta en la localidad Pendleton, Oregón. Contó la historia de lo que había visto a un grupo de amigos y a un reportero de “Associated Press. A partir de ese momento comenzó a extenderse el término “Platillo volante”. Muchas fuentes aseguran que fue el propio Arnold el que afirmó que los objetos eran como “platos deslizándose por el agua” pero en realidad fue el propio periodista el que utilizo el término de “platillos” o “platos”, intentando buscarles una forma.
Fuera como fuere a partir de este momento comenzó el conocido fenómeno de los “platillos volantes” que no perdería este nombre hasta 1976 donde aparece el término U.F.O., “Unidentified Flying Object” españolizado como O.V.N.I., objeto volador no identificado.
¿OVNIs nazis?
Los misteriosos aviones circulares alemanes que eran propulsados por motores anti-gravitacionales y de los que prestigiosos UFOlogos afirman ser los OVNIS. Muchas veces avistados en algunas regiones de Estados Unidos toman con cada dato una nueva dimensión.
Los proyectos “Vril” y “Haunebu” fueron desarrollados con técnicas poco convencionales basadas en las antiguas creencias del Reich. Y que posteriormente adoptaron algunos países aliados, que escondieron a determinados científicos nazis para que continuaran con la construcción según dicha filosofía. Para nadie es un secreto la fascinación de Hitler por cualquier cosa que pudiera darle ventaja ante sus enemigos. Siendo conocidas sus expediciones en busca de la lanza que atravesó el costado de cristo, entre otras reliquias. No es para nada extraño la aplicación de según qué tipo de creencias como aplicación tecnológica.
Como muestra vale un botón y nuestro botón es el científico austriaco Viktor Schauberger. Que era un defensor incondicional de la “implosión” frente a la “explosión”. Para este científico la explosión era un acto destructivo y por lo tanto poco eficaz dado que la “creación divina” es siempre constructiva. Este hombre colaboro activamente con Heinkel en la creación del motor a reacción. Y hoy en día y tras su muerte la EADS (European Aeronautic Defence and Space Company N.V.), la corporación industrial europea más importante del sector aeroespacial ha retomado parte de su trabajo. Para nadie es un secreto, aunque muchos se han encargado de que cayera en el olvido que este mítico ingeniero austriaco dedico mucho esfuerzo. Sobre el año 1944, en el motor “Repulsive” pensado para elevar un disco volador con despegue vertical y que él mismo confirmó tras la guerra la creación de un prototipo.
Talón de Aquiles
En este caso el talón de Aquiles de la credibilidad de los ovnis Nazis es el “Andromeda-Gerät”. Que al parecer era algo así como una nave nodriza de la que ni tan siquiera se sabe si se llegó a construir y que muchos han llegado a situar en la Antártida. Siendo la tristemente famosa “base nazi” del continente helado. Poco o nada se sabe de esta supuesta nave más allá del hallazgo, tras la guerra. De los planos que hablaban de ella y la mostraban como un majestuoso almacén de los aires con más de 130 metros de longitud y con una curiosa forma alargada similar a una píldora. No obstante no es la primera vinculación que intentan asociar de los OVNIS del tercer Reich con la Antártica, quien sabe si en un futuro el continente de los hielos nos “cuente” la verdad.
Todo esto son teorías que quizás algún día puedan ser demostradas. Personalmente creo que es bastante sintomático que el comienzo de avistamientos de ovnis, a gran escala, se produjera tras el final de la guerra. Y que la vorágine espacial de Estados Unidos avanzara desde este punto a pasos agigantados. Si bien nos vendieron que esa tecnología se aplicó para llegar a la Luna, nada tiene que ver con la de aquellos OVNIS nazis.
Y recordad “Quien olvida su historia, está condenado a repetirla”, hasta el próximo día amigos.
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